02 mayo 2013

Passion Week!

Por extraño que parezca, en Grecia hoy es Jueves Santo. Y mañana, viernes, volverán a crucificar al Nazareno. La razón de este desfase (de más de un mes este año) se debe a que los cristianos ortodoxos se rigen por el calendario juliano, en lugar del gregoriano, como el resto de cristianos, que es, además, el calendario oficial internacional. Esto explica que las iglesias ortodoxas orientales celebren la Navidad no el 25 de diciembre, sino el 6 de enero, que es cuando los demás cristianos celebran la Epifanía (como ven, nada en esta vida es casual). 

La Iglesia Ortodoxa Griega, si bien adoptó el calendario gregoriano a todos los efectos a principios del siglo pasado, para la Pascua sigue rigiéndose por el antiguo calendario juliano. Sus motivos tendrá. En cualquier caso, hoy aquí es Jueves Santo y la tradición manda cocer y pintar huevos y adornar el epitafio que saldrá en procesión mañana noche. ¡Ah! Y guardar vigilia, pero de eso hablaremos más abajo.


Como ya he dicho en alguna ocasión, la Pascua es, con diferencia, la fiesta más importante de los ortodoxos. La Semana Santa aquí, lejos de la espectacularidad y el jolgorio (no nos engañemos) de la española, se desarrolla tranquila en medio de un clima de recogimiento que va in crescendo conforme se acerca el viernes. Los creyentes acuden cada día a la iglesia, donde se realizan liturgias vespertinas. Ayer tarde la efervescente Monastiraki cambió su animada banda sonora (normalmente músicas del mundo, desde África hasta los Andes, de mano de músicos callejeros) por la solemnidad de los himnos eclesiásticos que manaban del interior de la iglesia de la Pantánasa, el antiguo monasterio al que la plaza debe su nombre. Se diría que no hay iglesia en Grecia que quede vacía estos días. Desde los servicios religiosos hasta la puesta a punto del templo para la celebración más importante del año.

¡Feligresas a la obra!

Después está el tema de la nistía ("ayuno y abstinencia", como dicen los católicos) que aquí poco tiene que ver con la pantomima de no comer carne los viernes (¡menudo sacrificio!). Los ortodoxos que guardan vigilia siguen a rajatabla una estricta dieta durante los cuarenta días de la cuaresma y toda la Semana Santa que excluye todo tipo de carne, pescado y lácteos. Especialmente durante esta semana, son muchos los que se suman a la costumbre, más por motivos de salud (en verdad, es una beneficiosa purificación gástrica) que por creencia religiosa. La nistía concluirá el sábado a medianoche, cuando las iglesias de todo el país echarán las campanas al vuelo para celebrar la Resurrección. Entonces llegará la hora de recuperar el tiempo perdido: nada mejor que un buen plato de mayiritsa (sopa de tripas de cordero) pasada la medianoche (!) y, al día siguiente, cordero asado (empalado y churruscado a fuego lento y en familia), tsureki (bizcocho tradicional) y los huevos duros que, pintados desde el Jueves Santo, han decorado las casas.

Hasta aquí lo puramente religioso o, digamos, costumbrista. Evidentemente, como pasa con la Navidad, en torno a la Pascua griega ha surgido todo un negocio que reporta pingües beneficios a diversos sectores y gremios. Empezando por la vigilia, ayuno y abstinencia, uno se da cuenta que de lo primero, poco, al ver la enorme variedad de productos que, libres de ingredientes prohibidos,  se comercializan estos días: desde empanadillas y dulces hasta suvlakis de calamares (se permiten los moluscos) en lugar de carne. ¡Incluso la cadena de hamburgueserías Goody's saca nuggets de gamba con patatas fritas!

Spanakópita de vigilia: sin rastro de queso ni lácteos

La medianoche del sábado, cuando se celebre la Resurrección y los fieles se repartan, de vela en vela, la "sagrada luz" que representa a Cristo, los niños llevarán un cirio (lambada) regalo de su padrino. A mí la tradición me parecía, en principio, harto entrañable: el padrino visita a su ahijado y le lleva, además de un regalo (como hacemos nosotros en Reyes) el cirio para la Vigilia Pascual.

Simpáticas lambadas para niños

¡Cuál no fue mi sorpresa cuando vi que se comercializaban cirios con juguetes incorporados! Barbie, Batman, GI Joe... todos adosados a una vela. ¡No se puede ser más kitsch!

Guerrilleros para ellos, hermosas princesitas para ellas...

Por último, y en la misma línea, me despido con este anuncio de la cadena de jugueterías Jumbo que ha levantado ampollas por su visión (hiper)realista de la Pascua griega. La protagonista, Katerina Stanisi, una vieja gloria de la canción popular, hace de madrina que se presenta (de tiros largos a plena luz del día) en casa de sus ahijados, cargada, cómo no, de regalos. El spot refleja la quintaesencia de las capas más... populares de la sociedad griega: hombres velludos en camiseta de tirantes, rubias oxigenadas pintadas como puertas y un regimiento de familiares y amigos que se ponen hasta las trancas de vino y carnaza. Una caricaturización, sin duda, pero no demasiado lejos de la realidad. Solo así se explica el revuelo y estupor que ha causado en amplios sectores de la sociedad griega. Y, evidentemente, las jugueterías Jumbo vuelven a hacer su agosto en primavera.


1 comentario:

  1. Cómo me gusta leer tu blog, Miguelakos!
    Nos tienes tan mal acostumbrados, que en cuanto publicas una entrada, la deboramos como si nosotros también hubiésemos hecho nuestro propio ayuno pesonal de tus entradas!
    Está claro que la Pascua en Grecia tiene mucha más importancia que la nuestra... así que tú que has vivido este año las dos, ya nos darás tu sabia opinión una vez pasada y "comida"!
    Καλό Πάσχα

    ResponderEliminar