13 enero 2014

Ningún amor

Estrenamos año con el estremecedor testimonio de Shaid, inmigrante iraní que fue salvajemente agredido por unos encapuchados en la plaza de Metaxuryío, en el centro de Atenas. Sin mediar palabra se abalanzaron sobre él, lo inmovilizaron y le arrancaron la oreja derecha de un mordisco. Ingresado de urgencia en un hospital público, Shaid no pudo recuperar su oreja. Tras recibir el alta médica, acudió a la ONG Médicos Sin Fronteras, que ahora difunde este vídeo en el que cuenta su testimonio, que remata con una advertencia: "Quisera decir a los inmigrantes que dejan sus países que quizá allí estén mejor. Yo no he visto ninguna civilización en Europa. Ninguna civilización. Ningún amor"

Palabras duras, pero reales, pronunciadas en un escenario mítico: el Partenón visto desde la Colina del Filopapo. La civilización no es tal si se queda fosilizada en los libros de historia. ¿Puede que los griegos, los europeos, de hoy estemos sufriendo un paulatino proceso de incivilización, de deshumanización, que nos coloque aún por detrás de quienes habitaban esta tierra antes de que se convirtiera en cuna de la civilización hace miles de años?



4 comentarios:

  1. DEBERIAN ACLARAR QUE LOS CAUSANTES DE ESTE SALVAJISMO SE LLAMA AURORA DORADA...NO GENERALICEMOS POR FAVOR.

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  2. En ningún momento he generalizado (si vuelve a leer el post, verá que ni siquiera pretendo buscar culpables). En cualquier caso, Vd. sabrá como yo que Aurora Dorada tiene una nada insignificante representación parlamentaria gracias a los votos de ciudadanos griegos. Y deberá saber también que la detención de algunos miembros de la cúpula del partido el pasado septiembre llegó únicamente tras el asesinato de un ciudadano griego (¿cuántos extranjeros habían sido víctimas de la violencia de los neonazis antes, sin que la Justicia y las Fuerzas de Seguridad del Estado griego movieran un dedo?). Tuvo que morir un compatriota para que la gran masa de la población despertara. Evidentemente, y por desgracia, esto no es un fenómeno exclusivamente griego, sino que es común a la mayoría de países (podría aportar ejemplos, pero me extendería demasiado y no quisiera irme del tema). El objeto de este post, lo que me llevó a escribir sobre esta historia, es hacer un ejercicio de autocrítica, de reflexión sobre la deriva de nuestra tan avanzada y brillante "civilización occidental". Quizá, entre tanta autoadulación contemplando nuestro inmenso patrimonio cultural, artístico, monumental, estemos perdiendo lo que realmente hace una civilización grande: la justicia y, sobre todo, la humanidad. Uno de los riesgos de la difícil situación que vivimos en el sur de Europa es que esto se convierta en un "sálvese quien pueda". Y eso, a mi entender, sería un síntoma indiscutible de una civilzación en caída libre.
    Un saludo y gracias por visitar mi blog.

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  3. No puedo por menos que darte la razón y decirte de paso que he echado de menos estos meses tus crónicas.

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    1. Muchas gracias, Cristina. Son comentarios como este los que me animan a seguir. :-)

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