31 mayo 2011

Lecciones de Democracia

Si hace unos meses me hubieran dicho que en este pandemónium en que se ha convertido el Mediterráneo seríamos los españoles los que haríamos que los griegos se levantaran "de verdad" y alzaran sus voces contra políticos corruptos, sistemas oxidados y banqueros facinerosos debo reconocer que me habría dado la risa. Sin embargo, esta pasividad española tan nuestra ante los temas socioeconómicos ha hecho que el movimiento fresco, espontáneo y pacífico del 15-M caiga como un mazazo en la cabezota de la clase dirigente. Se trata de un grito silencioso (como lo ha calificado la prensa), pacífico, casi festivo, y por eso precisamente, ensordecedor.

Lo cierto es que, a pesar de que los medios de aquí tardaron varios días en cubrir esta noticia, los griegos lo fliparon cuando vieron por televisión las miles y miles de personas reunidas (¡acampadas!)pacíficamente en Madrid durante días y noches enteros, porque, como se ha visto en los medios durante este último año, aquí todas las manifestaciones acaban como el rosario de la aurora. Pero hasta que se corrió el rumor de que una de las pancartas exhibidas en Sol mandaba guardar silencio para no despertar a los griegos, que aquí no se movilizó nadie. Ese orgullo patrio herido y la colaboración, al parecer, de "indignados" importados de España, han hecho que desde el pasado miércoles la Plaza Síndagma se haya convertido en la Plaza del Sol de Atenas, a efectos revolucionarios.

Aunque estas concentraciones de Síndagma quedan muy lejos de las de España en tiempo (suelen formarse por la tarde y se disuelven de madrugada) y forma (no hay sentada ni acampada), el sello español está presente, no sólo por la enorme pancarta rojigualda escrita en español que preside la concentración, sino también por el ambiente relajado y, sobre todo, pacífico, que tan poco caracteriza las manifestaciones griegas al uso. Y así llevan ya casi una semana, entre gritos, cánticos y algún que otro cacerolazo, siguiendo el ejemplo de los "indignados" españoles, que, por paradójico que parezca, están dando toda una lección de democracia al país que la inventó hace tantos siglos que parece haber olvidado en qué consiste en realidad.





No hay comentarios:

Publicar un comentario