02 marzo 2011

Atenas todo el año


Fría mañana de invierno en el centro de Atenas. A pesar de que el turismo parezca haberla condenado de por vida, esta no es ciudad para el verano. Es más, en estos meses de temporada baja es cuando la ciudad bulle frenética, con sus cafés y bares a rebosar, música en directo noche tras noche en sus locales nocturnos, producciones teatrales para todos los gustos, exposiciones de todo tipo, seminarios y conferencias… Además, sólo ahora se puede apreciar la majestuosidad de sus monumentos milenarios con recogimiento casi religioso, sin temer ser aplastado por hordas de turistas ni abrasado por el llameante sol del Sur que cae como una losa de cemento sobre la cabeza.

Aunque son raros los días de frío excesivo, este último sábado de febrero vuelve a cumplirse el viejo refrán popular Mártis gdártis (Marzo el desollador). El tiempo casi primaveral de hace un par de semanas se ha recrudecido y los termómetros han acordado plantarse en la media docena de grados. Pese a todo, me recreo en mi periplo matutino por el centro histórico. La ciudad tiene otro color sobre este fondo gris cielo y este ambiente semifestivo del sábado.
 Cuando la sensación hipotérmica se me hace insoportable, decido parapetarme en  compañía de una amiga en una de esas cafeterías griegas que abren casi de sol a sol, pasando del café a las copas en cuanto cae la noche. Tras visitar la pequeña exposición de pintura en la entreplanta del local, por fin consigo entrar en calor gracias a un humeante té de jazmín, mientras mi amiga da cuenta de las múltiples actividades que se avecinan. Y en ese momento, compartiendo con otra veintena de clientes la inmensa mesa de madera del mítico Booze Cooperativa en la céntrica y sombría calle Kolokotroni, me doy cuenta de lo mucho que tiene que ofrecer esta ciudad con tan sólo rascar un poquito, más allá de los monumentos arqueológicos y las pintorescas tabernas de Plaka, en las otrora comerciales calles del centro, hoy poco transitadas y repletas de rincones mágicos, dignos de visitar todo el año, aunque haga frío.

4 comentarios:

  1. miguelón... algún día te harás famoso con este blog que tanto nos gusta y que tan fielmente seufimos tus amiguitos!!!

    te queremos y echamos de menos

    anitta rock

    ResponderEliminar
  2. Ela bre! Ayer te escribí un comentario aquí, pero puede que también esté de "huelga" y no quiera hacer acto de presencia, je,je...
    Genial, Miguelakos, como siempre, estás que te sales con tus posts! Me encantaría, cuando vuelva, que me hicieses de guía en todos y cada uno de estos maravillosos rincones que con tanto esmero nos describes, porque no sólo hay que descubrirlos en la lectura, se han de visitar en persona para poder cerciorarse de que realmente mi Atenas, la ciudad de mis amores, no sólo es famosa por lo que se conoce, sino también por lo que desconocemos!
    Gracias por deleitarnos una vez más.
    Filákia

    ResponderEliminar
  3. Grecia es magica,y a mi me ha embrujado eternamente...extraño su olor,su ruido,su gente,su sol y hasta el ruido de sus grillos.Grecia a enamorado a una cubana.Muchos saludos kai polla filia.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tu comentario, Damarys. Espero poder trasnmitirte a través de estas líneas un poquito de este ambiente que, yo también lo creo, es en verdad mágico. Φιλάκια και εις αντάμωση!

    ResponderEliminar